ASTARTE
Astarté era la diosa fenicia que representaba el culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad, así como la exaltación del amor y los placeres carnales. Fue una representación más moderna de su antecedente y primigenia Diosa Madre, propia de las culturas primitivas matriarcales.
En el centro, la llamada flor de la vida, una geometría muy antigua que ha sido representada simultáneamente desde la antigüedad en varias culturas del mundo.
Haciendo la lectura desde el centro hacia fuera, encontraremos otra franja en la que he repetido el motivo en forma de falo. Las implicaciones subjetivas suscitadas por lo fálico en la antigüedad son muy amplias e incluyen la fertilidad, poder, erotismo. Esculturas antiguas y modernas de falos (phalloi) se han encontrado en muchos lugares del mundo, especialmente en la antigua Grecia, Roma y Japón.
En la siguiente franja hay vulvas o vaginas representadas geométricamente en forma de círculos con una mandorla en el centro. La mandorla simboliza una puerta o un pasaje, una conexión entre los dos mundos, el espiritual, y el terrenal, o entre el hemisferio izquierdo, y derecho del cerebro. Por medio de la entrada en ella es fecundada, y a través de ella, venimos a este mundo. Es, por tanto, un canal de la vida.
La siguiente franja tiene representadas unas manzanas como símbolo de lo femenino, de lo instintivo, lo corporal y del placer. Y también puede recordar a unos embriones. De nuevo, el simbolismo de la Diosa Madre portadora de vida.
Luego encontramos una franja en la que se representa el agua, En los ritos cosmológicos encontramos una apreciable cantidad de historias donde el agua es la fuente y principio femenino de la vida. Todos los seres han sido gestados en agua. Además de ser simbólicamente, un elemento purificador. También se asocia a lo emocional.
Y por último, unas barcas transitan las aguas, portando en su interior unos círculos representando almas. Podría ser el río, el camino, el paso por la vida, y todas estas almas que viajan están interconectadas entre sí por el hilo de la vida, todo ser en conexión y entrelazado por ésta formando la trama, una red en la que cada ser es de igual importancia, y en la que cada acto afecta directamente al todo.
Acrílico sobre madera de pino 50 cm ø, 2 cm grosor.